Se ha convertido en un “complemento” del que no podemos deprendernos en todo el día. Sin embargo, el uso de la mascarilla puede provocar una mayor irritación y/o sequedad ocular, sobre todo debido a que el aire que expulsamos tiende a salir por la parte superior de la misma, directa hacia nuestros ojos.
A continuación, vamos a enumerar algunos consejos básicos a seguir con los que evitar que nuestros ojos se resientan demasiado por la utilización de manera continuada de mascarillas:
Realizar descansos visuales
Cerrar los ojos durante unos pocos segundos, cada cierto tiempo, resultará beneficioso para evitar irritaciones esta parte tan sensible de nuestro cuerpo.
Hidratar los ojos con lágrimas artificiales
Su utilización 3 veces al día está recomendada para los casos de sequedad.
No abusar del uso de pantallas
Algo que se ha convertido en un hábito normal en nuestra vida, y más cuando nos vemos obligados por nuestro trabajo, contribuye a agotar nuestra vista. Además, cuando permanecemos mucho tiempo frente a una pantalla, pestañeamos menos veces. Esto contribuye a que el ojo tenga mucha menos hidratación de la necesaria.
Buscar alternativas de ocio sin mascarilla
Pasar más tiempo al aire libre, en espacios abiertos donde no haya posibilidad de cruzarnos con otras personas, no permitirán pasar ratos sin mascarrilla. Además, durante este tiempo disminuiremos nuestra exposición a las pantallas de ordenador o dispositivos móviles.
Evitar las lentillas
Reducir, siempre que sea posible, el tiempo de uso de lentes de contacto, se traducirá en un descanso para nuestra vista.
Acostumbrarnos a parapadear
Intentar hacer el “ejercicio” de parpadear con mayor frecuencia nos permitirá mantener la hidratación ocular.